¡Feliz aniversario, Meta! Más años, más escándalos, cero justicia

¡Holi, mis mermeladitos con sabor a sobrecosto! Hoy nos vestimos de fiesta (con traje prestado por contratación directa), porque el Meta está de aniversario. Y como buena celebración institucional, lo festejamos no con torta… sino con expedientes, imputaciones y un brindis amargo por la impunidad que nunca falta.

Sí, el Meta cumple un año más, y su historia no solo se escribe con ganado, tejo y joropo, sino con una larga tradición de funcionarios que se roban hasta el aplauso, sin que nadie los toque… o si los tocan, es con guante de seda judicial.

La justicia: esa figura decorativa

Porque si algo ha demostrado el Meta, es que aquí no se gobierna con transparencia, sino con confianza… en la impunidad.

¿Quién responde por los contratos fantasmas en educación?

¿Quién paga por las obras que nunca se terminan, pero sí se cobran completas?

¿Dónde están los resultados de las investigaciones que lleva la Procuraduría desde hace tres gobernaciones atrás?

La respuesta es sencilla: nadie, en ninguna parte, por nada.

En este departamento la justicia llega tarde, mal y nunca. Los procesos duermen más que las promesas de campaña. Los condenados pagan unos meses, apelan, y ¡voilá!, regresan como asesores o precandidatos.

Aniversario con sabor a archivo

Mientras los ciudadanos del Meta sobreviven con servicios públicos a medias, vías llenas de huecos y hospitales que parecen salas de espera eternas, nuestros «líderes» celebran su legado: uno que se mide no en obras, sino en escándalos.

Porque en el Meta la corrupción no se castiga, se recicla. Cambian los nombres, pero no las mañas. Los rostros nuevos salen del mismo molde clientelista. El único progreso que avanza sin tropiezos es el de la mermelada bien distribuida.

Conclusión: la fiesta es de ellos, la resaca es nuestra

Así que brindemos. Brindemos por otro año de contratos por prestación de impunidad. Por otro ciclo de alcaldes que prometen honestidad y terminan enredados con testaferros. Por una gobernación que se maquilla con vallas, mientras el campo sigue en ruinas.

¡Feliz cumpleaños, Meta!

Donde el joropo suena… pero los expedientes no.

Scroll al inicio