Lo que EDESA no da en agua, lo compensa en concreto abandonado

Dicen que el agua es vida. Pero en el Meta, gracias a la Empresa de Servicios Públicos del Meta – EDESA, lo que llueve son contratos… y lo que corre son lágrimas. Mientras los ríos abundan, los grifos siguen secos y los tanques llenos… de telarañas.

Con el lema no oficial de “Obra empezada, obra abandonada”, EDESA ha perfeccionado el arte de construir acueductos que no dan agua, plantas de tratamiento que nunca tratan, y alcantarillados que terminan vertiendo todo… menos soluciones.

Si usted vive en cualquiera de estos municipios, ya sabe qué es lo que NO tiene:

  • Puerto Concordia: Redes enterradas que conectan el olvido con la frustración.
  • Mapiripán: Una planta que parece museo arqueológico. Construida, oxidada y olvidada, todo en tiempo récord.
  • San Juanito: El sistema está completo… pero sólo en PowerPoint.
  • Vista Hermosa: Plantas de tratamiento de aguas residuales que tratan de no funcionar.
  • Uribe: Tanques altivos y orgullosos… porque jamás han tenido que cargar una sola gota.
  • Villavicencio – Alto Pompeya y Quenane: Aquí sí hubo castigo. El gerente fue suspendido. Pero la obra sigue igual de suspendida.
  • Puerto López: Red montada, servicio ausente. Un clásico.
  • Cumaral: Un acueducto que se quedó sin agua y con líos jurídicos. Combo completo.
  • Lejanías: Proyecto estancado por falta de materiales. Y de voluntad. Y de vergüenza.

Y eso que faltan muchas cositas más.

Cómo arruinar un proyecto en 5 pasos (versión EDESA):

1- Diseñar un acueducto sin saber de dónde saldrá el agua.

2- Contratar al primo del contratista que ya incumplió en otro pueblo.

3- Hacer interventoría de escritorio (con Excel y fe).

4- Certificar avances que no existen.

5- Inaugurar una piedra.

Orlando Guzmán Virgüez, el único que pagó con una suspensión. Por lo demás, nadie más ha rendido cuentas, porque aquí los contratos fallidos son como las fiestas de 15: todos los hacen, nadie los paga.

Aunque, Héctor Andrés Castro Rey, está próximo a que decidan su situación judicial… libre o encerrado.

Los exgerentes José Édgar Patarroyo y Carlos Enrique Vaca también desfilaron por el cargo, pero salieron más limpios que un tubo sin agua.

Los tanques en Uribe, la PTAR de Vista Hermosa, la planta de Mapiripán, la red de Cumaral. Todos podrían competir por el premio nacional al “Monumento Inútil del Año”. Pero, por lo pronto, compiten por ver cuál se deteriora más rápido.

«Nos prometieron agua, y lo que llegó fue cemento caliente y contratos fríos.»
— Líder comunal en Puerto López

«La planta está ahí, claro… pero de planta decorativa.»
— Habitante de San Juanito

«Cuando llueve, celebramos: es el único acueducto que sí funciona.»
— Campesino en Cumaral

EDESA no es solo una empresa: es un fenómeno sobrenatural. Convierte millones en nada, agua en frustración, y promesas en concreto sin propósito.

En un departamento con ríos, lluvias y fuentes hídricas por todas partes, la única sequía que hay es de planificación, gestión y responsabilidad.

Y mientras tanto, los contratistas ya tienen su próximo contrato. Porque, en el Meta, la única red que nunca falla… es la de favores.

error: Content is protected !!
Scroll al inicio