Inauguran Casa del Campesino en Puerto Concordia, Meta

En Puerto Concordia, Meta, donde la historia la han escrito las botas, los fusiles y el abandono institucional, apareció de repente una casita bien pintada, con letrero nuevo y todo. ¡Oh sorpresa! La Agencia Nacional de Tierras (ANT) se dio un paseíto por el pueblo y, ante más de 400 campesinos y campesinas —que ya ni creen en promesas ni en ministros que solo pisan tierra para la foto— inauguró lo que llamaron la Casa del Campesino.

Sí señores, una casa. Con puerta, ventanas y hasta horario: de miércoles a domingo, de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., como si el conflicto, el despojo y la tierra mal habida también tuvieran agenda.

Ubicada estratégicamente en la Calle Segunda, frente al muelle principal —donde se bajan las ayudas cuando se acuerdan que Puerto Concordia existe—, este espacio promete acercar los servicios de la ANT a quienes han vivido lejos del Estado, pero cerca del miedo: líderes comunitarios intimidados, familias desplazadas, comunidades que han sembrado esperanza en tierras que todavía no tienen títulos, pero sí dueños armados.

¿Será esta la casa donde los campesinos, por fin, recibirán algo más que aplausos?

Mientras tanto, los campesinos siguen esperando que, además de cortar la cinta, corten también con la indiferencia. Que la Casa no sea una fachada más, y que en vez de papel sellado, repartan tierra con dignidad.

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