Es agradable que toda la población metense olvide tan rápido los acontecimientos de sus desgracias, y aún más, que se alegren de ver el verdugo de la crisis económica en el Meta, acompañado del que poca importancia le dio a la necesaria emergencia económica de una vía que conecta el departamento del Meta como despensa de Santa Fe de Bogotá y del centro de Colombia.
¡Qué alegría! my president Duque visita la capital del departamento del Meta para poner al servicio de los colombianos 10.5 nuevos kilómetros de doble calzada en la Vía al Llano.
Pero lo más importante de todo es la compañía de mi Sarmientico Angulo, que a sus 87 añitos a generado una fortunita por medio de la industria de la construcción y de invertirla en bancos.
Mi Sarmientico es dueño del grupo AVAL, con el que controla una tercera parte de todo el sistema bancario de Colombia. Y tiene una pequeña fortunita que asciende a $12,2 billones de dólares y ocupa el puesto 129 en el Ranking de Forbes de los más ricos del mundo.
“Nuevamente les ofrezco disculpas” fueron las palabras de mi Sarmientico refiriéndose a los $2 billones en pérdidas y tres meses de cierre de la vía Bogotá – Villavicencio.
Debemos entender que él también sufrió como cualquiera de nosotros y tuvo que caer en algún colapso nervioso por el estrés, así como las 400 empresas que se cerraron, el aumento del 15% de desempleo y las pérdidas millonarias que afrontaron algunos pobladores de la región.
También sufrió con los peajes, ya que dejó de recibir dinero de ellos y tuvo que resignarse a recibir una suma equivalente del gobierno nacional.
Algunos periodistas aseguran con argumentos de peso, que Sarmientico siempre se ha beneficiado lucrativamente con la vía al llano, sin contar con el conglomerado de bancos y negocitos con empresas que hoy en día recriminan como Odebrecht.
My president Duque tuvo una participación genial, y más cuando usó una frase tan precisa, apenas para lidiar con el malestar olvidado del pueblo metense “Resiliencia” porque a pesar del sufrimiento aguantaron, callaron y hoy en día olvidaron.
Claro, debemos perdonar para sanar nuestros corazones, tal vez sea el karma que nos persigue por el simple hecho de nacer en tierra colombiana, aunque muchos afirman que son pocos los que tienen el poder de hacernos sufrir, dizque para acostumbrarnos a ser sumisos y permisivos en la vulneración de nuestros derechos.
Esto me hace recordad una historia de ese dictador soviético de Stalin (1878-1953), que en una reunión solicitó le trajeran una gallinita. La agarró fuerte con una mano, y con la otra empezó a desplumarla. La gallina desesperada del dolor, intentó escapar, sin poderlo lograr. Así logró quitarle todas las plumas y les pidió a sus ayudantes para que observaran. Puso la gallinita en el suelo y se alejó de ella, agarró en su mano un puñado de trigo mientras sus colaboradores contemplaban con asombro cómo la gallina adolorida, sangrando y asustada, corría detrás de Stalin mientras le iba tirando trigo.
Si es la misma estrategia que vienen utilizando en Colombia, creería que ha sido muy efectiva, porque mi Sarmientico Angulo fue muy bien recibido en este departamento, con un puñado de trigo en mano ofreciendo disculpas y en compañía de quien con eufemismos lo cataloga de resiliencia.