
La Procuraduría General de la Nación sancionó disciplinariamente a Bilialdo Tello Toscano, exsecretario de Educación del departamento de Guainía, por su falta de supervisión del contrato 682 de 2021, destinado a proveer raciones industrializadas del PAE en escuelas urbanas de Inírida. La decisión, anunciada el 25 de abril de 2025, incluye la destitución y una inhabilidad general de 10 años, tras comprobarse que Tello Toscano ignoró múltiples falencias en la ejecución del contrato, afectando a estudiantes de las instituciones educativas La Primavera, Custodio Rovira y Luis Carlos Galán.
Según la investigación, la Procuraduría Regional de Guainía recibió quejas de padres de familia sobre irregularidades en la entrega de alimentos entre agosto y octubre de 2021. Las raciones, destinadas a ser preparadas en casa, se entregaron de manera deficiente debido a la escasez de manipuladores de alimentos, lo que comprometió la nutrición de los menores. La Procuraduría determinó que Tello Toscano, como supervisor del contrato, no cumplió con su deber de garantizar la correcta ejecución, causando un detrimento al programa y a la comunidad educativa.
Este no es el primer señalamiento contra Tello Toscano. En junio de 2021, una veeduría ciudadana denunció presuntos incumplimientos en el PAE, incluyendo demoras en la entrega de kits y productos en mal estado o de baja calidad. En ese momento, Tello Toscano, aún en el cargo, calificó las acusaciones como un «montaje» en una entrevista con W Radio, asegurando que los alimentos cumplían con los estándares del Invima. Sin embargo, las evidencias posteriores respaldaron las quejas, consolidando su responsabilidad en el caso.
Bilialdo Tello Toscano, ingeniero de sistemas con maestría en ciencias de la ingeniería y especialista en Derecho Público Financiero, ocupó el cargo de secretario de Educación de Guainía desde al menos 2020, bajo la gobernación de Juan Carlos Iral. Previamente, fue director del SENA en Guainía y Meta, y docente universitario en Villavicencio. Su trayectoria, sin embargo, queda empañada por este escándalo, que se suma a las alarmas sobre la gestión de recursos en Guainía, un departamento con suelos ácidos y desafíos alimentarios, donde la desnutrición afecta especialmente a comunidades indígenas.