
El 25 de mayo de 2025, durante una sesión de la Comisión de Plan de Desarrollo de la Asamblea Departamental del Meta, el diputado William Fernando Romero Torres lanzó una acusación explosiva contra la Cámara de Comercio de Villavicencio (CCV): con una recaudación de 25,000 millones de pesos al año, «ningún comerciante está contento» con su gestión. Romero, quien fue presidente de la junta directiva de la CCV, reveló un pliego de denuncias presentado el 24 de marzo de 2024 ante la Superintendencia de Sociedades, sanciones económicas por negligencia de funcionarios, y la venta de activos significativos, como una camioneta blindada comprada en 2017, por debajo de su valor real. Estas acusaciones han desatado una tormenta de indignación entre los 45,000 comerciantes afiliados, que exigen saber qué se hace con su dinero.
La CCV, que representa a 45,000 comerciantes en el Meta y departamentos vecinos, debería ser un pilar para el sector comercial, que genera el 38.8% del empleo en el departamento, según datos del DANE citados en la sesión. Sin embargo, los comerciantes sienten que sus aportes —a través de matrículas mercantiles— se diluyen en un pozo sin fondo. Romero señaló que las sanciones económicas, que ascienden a sumas «bastante grandes», son pagadas sin rendir cuentas, mientras los recursos que deberían impulsar ferias, promociones y estrategias comerciales brillan por su ausencia. La venta de la camioneta blindada, un activo clave, a un precio irrisorio, ha sido la gota que derramó el vaso, alimentando sospechas de manejos turbios en una entidad que parece más enfocada en proteger intereses privados que en apoyar a sus afiliados.
Romero exigió un debate de control político para junio o julio de 2025, proponiendo un cuestionario detallado para que la CCV rinda cuentas sobre su plan de acción, el uso de los 25,000 millones anuales, y las sanciones acumuladas en los últimos tres años. Los comerciantes, que aportan con esfuerzo su dinero, claman por transparencia y resultados tangibles, mientras la percepción de corrupción y negligencia se apodera de Villavicencio. Si la CCV recauda tanto dinero, ¿por qué los comerciantes del Meta, que sostienen el 38.8% del empleo, no ven ni un peso reflejado en su beneficio, mientras los escándalos y las irregularidades se acumulan sin control?