Con el Padre Albeiro Parra, ganador al premio “A toda una vida” como defensor de derechos humanos, conmemoramos el Día de los Derechos Humanos. Este acto se convirtió en un espacio simbólico y poderoso, donde jóvenes, líderes y lideresas defensores de derechos humanos se reunieron para compartir experiencias, aprender unos de otros y fortalecer el compromiso con la justicia social. Fue una jornada en la que se reconoció la labor incansable del Padre Parra, quien ha dedicado su vida a la defensa de los derechos fundamentales de los más vulnerables, y especialmente a aquellos que viven en contextos de violencia, desplazamiento y exclusión.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano el trabajo del sacerdote, quien se ha destacado no solo como líder comunitario, sino también como un impulsador de procesos de paz en las regiones más afectadas por el conflicto armado. Su enfoque ha sido siempre inclusivo, trabajando de la mano con comunidades que, durante años, han sufrido la indiferencia del Estado y otros actores sociales. El Padre Parra ha sido un referente para muchos, un ejemplo de valentía y de lucha incansable por los derechos de quienes han sido marginados. Su capacidad para unir a diversas personas, independientemente de su origen, religión o ideología, ha permitido la creación de un entorno más pacífico y respetuoso con los derechos humanos en varias zonas del país.
En este contexto, el evento fue una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la juventud en la defensa de los derechos humanos y la importancia de generar alianzas entre organizaciones, comunidades y gobiernos. Los jóvenes, como futuros líderes, son clave en la construcción de un mundo más justo. Muchos de ellos, en sus propias comunidades, ya están desempeñando roles fundamentales para denunciar violaciones de derechos humanos, promover la igualdad de género, la justicia social y la paz. Al compartir sus experiencias, los jóvenes participantes pudieron reconocer que su lucha es parte de un movimiento global por los derechos humanos, lo que les brindó más motivación y esperanza para seguir adelante con su misión.
El evento también reafirmó el compromiso del Gobierno de la Unidad con la defensa y promoción de los derechos humanos. En este sentido, se subrayó la importancia de seguir trabajando de la mano con organismos nacionales e internacionales como ONU Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo y el Espacio Autónomo de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos del Meta. Estos actores son fundamentales para garantizar la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos, especialmente en territorios vulnerables donde aún persisten altos índices de violencia y discriminación.
A través de estos esfuerzos conjuntos, se pretende seguir avanzando en la consolidación de un país en el que el respeto a los derechos humanos sea una realidad tangible para todos. En este camino, es fundamental que tanto el Gobierno como la sociedad civil trabajen unidos, para crear un entorno en el que la dignidad humana sea siempre el eje central de todas las políticas públicas. Solo así se podrá garantizar un futuro en el que los derechos de todas las personas sean respetados y protegidos sin distinción alguna.