Cabalgatas en Villavicencio
¡Holi! Estoy muy emocionada porque vuelve el matrato animal ¡Perdón! vuelven las #cabalgatas a Villavicencio con todo lo que nos gusta.
¡Holi! Estoy muy emocionada porque vuelve el matrato animal ¡Perdón! vuelven las #cabalgatas a Villavicencio con todo lo que nos gusta.
Odio cada vez que me toca pensar, y más cuando debo leer por mi propia cuenta para conocer “la realidad”. Prefiero sentarme y ver de forma relajada vídeos en Tik tok, acompañada de una gaseosa, papitas y nucita.
No deberían inquietarse de las renuncias recientes y las demoras en publicaciones en el SECOP, es normal que algunos no se presten para llevar a cabo los negocitos que se prometieron en campaña. Mejor que se vayan y dejen la puerta abierta a valientes capaces de firmar todo contratico que beneficie a su majestad, sin importar que una sanción económica o penal lo pueda perjudicar.
Con la reciente caída del precio del petróleo podemos evidenciar la acertada decisión de nuestro exgobernador Alancito Jara, donde es claro enaltecer su cualidad de vidente ante la situación actual y su proyectico “Llanopetrol”, patrimonio infraestructural inmaterial del Meta, al igual que otros mal llamados elefantitos albinos muy bien ejecutados para los buenos negocitos.
Recordar es vivir, y más, cuando se trata de obras hermosas en el sector de la salud, y mi Darío Vásquez es uno de los protagonistas de tan hermosa labor con su programa de Telemedicina cuando era Gobernador. El Hospital Departamental de Villavicencio ha sido el bastión del impulso político en la región, beneficiando a nuestros carismáticos, pulcros, humildes y serviciales elegidos.
Había una vez una emergencia sanitaria, en la que mandatarios sacaron provecho, y sus bolsillos llenaron con todo y mercado, y el presidente cumplía favores, y sus feligreses tragaban entero. La gente aguantaba hambre defendiendo a los señores feudales, y agradeciendo cuanta miseria en calidad de donación ofrecía. Todos se endeudaban y solo unos pocos ganaban por su posición privilegiada.
Me siento aburrida de este encierro, no soporto la idea del cese de actividades de los centros comerciales, que no funciones los salones de belleza, que no pueda reunirme con mis amiguis en lugares finos, que hayan cancelado eventos sociales para poder pavonearme, esto y un sin fin de acontecimientos que me han amargado mi bella y placida vida social.
Este virus solo impulsa a los trabajadores de la salud, campesinos, profesores, estudiantes, camioneros y demás que vienen jodiendo desde hace rato a demostrar lo necesario que es la inversión en estos sectores para el beneficio de todo el territorio colombiano. Pero lo más triste es ver y escuchar señores feudales hablando de medidas socialistas en esta emergencia mundial.
La simple gripita resultó ser más que eso, y las ideas conspiratorias se han desbaratado en el camino, aunque sirvieron para desviar la atención de acontecimientos que involucran a los impolutos del partido de Gobierno y sus aliados, pero lo que me parece maluco, es que hablen mal de my president Duque, como si fuera un irresponsable con el pueblo colombiano.
Ahora la ciudadanía se cree con derecho de participar e incidir en las decisiones del municipio, departamento y país, dizque para que se lleve a cabo una buena administración de los recursos ¡uish qué pereza! eso es trabajo de nuestros representantes de turno, por algo están ahí, para que nos hagan el favorcito de velar por nosotros, claro, después de que ellos saquen provecho.